¿Que es ser cristiano?
La verdad es que para mi es mucho más sencillo. Ser cristiano es ser un seguidor de Cristo Jesús, es creer que existió, que es el hijo de Dios, que murio y resucito para perdón de mis pecados o errores, como me gusta llamarlos a mi. Confesarlo con mi boca, es decir no ocultar en lo que creo y como símbolo máximo de ello bautizarme, que justamente es una demostración publica de fe.
Ser cristiano es un estilo de vida, no es una religión ni un conjunto de reglas a seguir. Sino un ejemplo a seguir, ¿quien es mi ejemplo? Jesús. Y para poder seguirlo y aprender de él lo primero que tengo que hacer es conocerlo en profundidad.
¿Quién fue, qué hizo, cómo se comportaba en relación a su contexto histórico, qué pensaba, qué aconsejaba y como actuaba?
Cuando era chica aprendí el Jesús que me enseñaron. El que otro me contó. Pero cuando crecí y descubrí que seguir las reglas o estructuras religiosas no garantizaban que las cosas salgan bien, y lo más importante, que cuando Dios me hablaba el discurso no coincidía necesariamente con lo que me decían, entonces me di cuenta que algo andaba mal. O no era Dios el que me hablaba o yo hablaba con otro Dios.
Ya que me habian enseñado que para verificar la voz de Dios debía coincidir con su palabra, es decir la Biblia, allí fui. Busque conocer a Jesús de cerca y descubrí que no era adepto a las reglas ni a las estructuras. Al conocerlo mejor me di cuenta que no era una persona tan lejana ni imposible seguir sus pasos.
Es importante para conocerlo en profundidad, saber en que contexto se movia, cuáles eran las reglas del momento, quienes eran los personajes que lo rodeaban y sus funciones. La Biblia en los evangelios del nuevo testamento, Mateo, Marcos, Lucas y Juan, dicen más de lo que se lee a simple vista y nos cuentan mucho sobre su personalidad, eso sí somos capaces de investigar el contexto historico.
¿Quién fue, qué hizo, cómo se comportaba en relación a su contexto histórico, qué pensaba, qué aconsejaba y como actuaba?
Cuando era chica aprendí el Jesús que me enseñaron. El que otro me contó. Pero cuando crecí y descubrí que seguir las reglas o estructuras religiosas no garantizaban que las cosas salgan bien, y lo más importante, que cuando Dios me hablaba el discurso no coincidía necesariamente con lo que me decían, entonces me di cuenta que algo andaba mal. O no era Dios el que me hablaba o yo hablaba con otro Dios.
Ya que me habian enseñado que para verificar la voz de Dios debía coincidir con su palabra, es decir la Biblia, allí fui. Busque conocer a Jesús de cerca y descubrí que no era adepto a las reglas ni a las estructuras. Al conocerlo mejor me di cuenta que no era una persona tan lejana ni imposible seguir sus pasos.
Es importante para conocerlo en profundidad, saber en que contexto se movia, cuáles eran las reglas del momento, quienes eran los personajes que lo rodeaban y sus funciones. La Biblia en los evangelios del nuevo testamento, Mateo, Marcos, Lucas y Juan, dicen más de lo que se lee a simple vista y nos cuentan mucho sobre su personalidad, eso sí somos capaces de investigar el contexto historico.
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